Directorio

Mensaje del Presidente

Estimados consocios,

Permítanme hacer un breve recorrido de una perspectiva de la historia de nuestra querida Institución, para reencontrarnos en lo que somos.

Todos hemos escuchado la lectura del Acta Fundacional, en 1883. Algunos recordarán las fotos del Guayaquil de antaño, calles de tierra en general, la mayoría de la población, vivía ajena al mundo exterior. En 1886 el gran incendio de Guayaquil destruyó media ciudad; entre las edificaciones la de la institución; pero la colonia se unió y construyeron otro edificio donde reunirse. Los españoles promovieron la creación de la Cámara de Comercio de Guayaquil, en 1889, los viajes en barco con noticias de España venían primero cada dos o tres años, llegaban por el sur, por el estrecho de Magallanes. La moda traída desde la madre patria era de dos o tres años atrás. El Canal de Panamá recién se abrió en 1904. En 1908 apareció la peste bubónica que acabó con un tercio de la población. Las familias pudientes se refugiaban en las haciendas.

 Los presidentes de Ecuador más relevantes entre otros: Vicente Rocafuerte, García Moreno, Eloy Alfaro, eran hijos de españoles.

En España, entre 1920 y 30 la violencia anarquista y el caos alejaron a muchos españoles de su tierra, eso ayudó a revitalizar a Ecuador con grupos motivados a crecer nuevamente y favoreció a Guayaquil. Los catalanes en conjunto con guayaquileños formaron incluso, un equipo de barrio en 1925 con el nombre de Barcelona Sporting Club; por obvias razones.

De 1936 hasta 1939 la Guerra Civil Española separó familias entre republicanos y franquistas, de por vida. En Guayaquil, en la Institución se enseñaban canciones exaltando el partido la falange; de Franco.

En 1950 y 60 la colonia española permanecía unida. En 1962 algunos socios convienen en fundar el centro recreativo adscrito a la Institución, sin costo y su única finalidad era fomentar la buena armonía, el contacto social, la unión y la amistad entre los miembros de la colonia española y estrechar los lazos de hermandad entre la familia ecuatoriana-española. Actuaría en el mismo edificio siendo el medio de hacerlo las diversas actividades, sociales y culturales; en que quedó desconozco.

En las fiestas de celebración del día de España, el aniversario de la Institución, verbenas, Día de Reyes, los hombres ponían el dinero, las mujeres organizaban las fiestas. Como la Institución no aceptaba mujeres, ellas crearon la Sociedad de Damas de la Colonia Española con figura jurídica, inclusive.

En 1976 doña Lucia Porres de Janer; al no tener descendencia favorece a la institución ayudando a conseguir para la colonia el terreno en el que nos asentamos hoy:  como un club de campo, área recreacional; en ese entonces, finca vacacional: al ser una zona rural, de fincas y sembríos.

Con donaciones de los socios en el año 1980 se empiezan a adecuar las instalaciones procediéndose a crear un sorteo interno con acciones por un valor de 1000 sucres pro construcción de la piscina.

En el año 1981 se crea la figura de título de participe por un valor de 10.000 sucres. El objetivo era recaudar fondos para mejoras en el Club de Campo. Ese título podía ser vendido únicamente a otro socio, y permitía el uso de las instalaciones de las mismas,  dicha figura posteriormente eliminada.

Varios socios donan materiales para adecuar el área de la piscina, y baños. Por ejemplo: las mesas de piedra que aún se encuentran en el sector de la piscina. Se crea una estructura de madera y paja para dar lugar a un amplio techado, poniendo un toque rustico en el área.  Pero debe ser demolida años después; por el comején, insecto al cual hay que controlar constantemente, pues es muy difícil eliminar del todo, y afecta a la mayoría de los árboles del lugar. Se edifica un bar para atender ese sector. Hace unos años se reconstruyó el área techada con hierro, cemento, y techo de asbesto.

En el 86 gracias a gestiones del directorio y al Ministerio de ese entonces del Gobierno ecuatoriano, DINADER representado por al señor Leonardo Escobar, se recibe una donación; de un millón de sucres para adecuar una parte del terreno para la construcción de una cancha de futbol de tierra y arcos de madera. Años después se siembra césped, se colocan arcos de metal, y mucho más tarde se le pone iluminación para su uso de noche. Inversiones que fueron recuperadas y que han dado ingresos y vida a las nuevas generaciones.

Mientras se mueve la colonia hacia estas instalaciones, languidece el uso de la sede del centro.

En 1986 se propone a la Junta General la venta del edificio. Motivados principalmente, del interés de conservar la edificación porque es heredada de nuestros ancestros: es rechazada la propuesta.

Entre mediados de los años 80 y la década de los noventa se organizan campeonatos de futbol internos, hasta con seis equipos; y externos entre las colonias, la británica, francesa, alemana, suiza, la argentina y la libanesa. Se realizan actividades deportivas internas; olimpiadas, gymcanas, maratones, juegos entre niños y adultos, carreras de ensacados, la lucha de la cuerda entre dos grupos, alrededor de la piscina el que pierde cae al agua. Sigue prosperando el espíritu de unión, y se festeja en dos ocasiones el día de Europa en nuestras instalaciones, en la cancha de futbol, con carpas y productos de cada pais, destacándose la colonia alemana que en un año traen un contenedor para conservar y vender productos alemanes; entre ellos las salchichas alemanas y el chucrut, especialmente. Una presentación de un grupo profesional de mímicos, de Inglaterra consigue enmudecer a hombres, mujeres y niños, en pleno festiva al aire libre, todos absortos ante su presentación.

Las verbenas de los 80 y 90 en la sede de Samborondón empiezan con un grupo de mujeres cocinando sus platos a manera familiar; unas traen las tortillas, otras la paella, la crema catalana, los churros.

En posteriores fiestas se contratan cocineros profesionales para una mejor organización.

El esfuerzo de recolección de las damas y del directorio, con donaciones de las empresas españolas; permiten realizar unas tómbolas, que incluyen, desde productos de un sucre, o menos, de uso personal; hasta pasajes de avión a España; pasando por otros objetos como electrodomésticos, obras de arte, y varios. Convirtiéndose en el interés principal de muchos visitantes.

En 1992 con la autoría de la historiadora Jenny Estrada, dirigida,  alimentada en información y supervisada por el directorio se pone en circulación el libro: Los españoles de Guayaquil.

En 1993 un grupo de españoles forma una asociación; españoles sin frontera, guiados por un personaje; manifiestan que somos una asociación elitista, que ellos son los más solidarios, y se hacen propaganda. En una reunión concertada con ellos para aclarar sus inquietudes, manifiestan su deseo, y quieren imponer que se les ceda un espacio físico para sus oficinas de carácter gratuito. El directorio con tino, no cede. Al poco tiempo el presidente de dicha institución se va del pais con los fondos de su asociación y esta se extingue.

En el año 1968 se hacen reformas del Estatuto, y en el 2001 otras actualizaciones.

En el 2003 se concreta una asociación entre la Sociedad Española, la Cámara Oficial Española, y el Casal Catalá, sin embargo, esta no prospera mucho tiempo.

Las verbenas pasan por un éxito económico en estos tiempos, al lograr reunir más fondos por venta de entradas, aunque se observa el desinterés de los socios por celebrar esas fiestas.

El gobierno español nos apoya en el 2004 en crear un espacio para los españoles mayores, socios o no; que se nombra: Centro de Día, incluyendo un pequeño dispensario. Los cuales funcionaron muy poco tiempo.

En el 2016, el municipio de Samborondón, cambia la figura legal del área rural donde se ubica el club de campo a área residencial.  Hace algún tiempo que es área urbana. Suben los impuestos considerablemente y a pesar de las gestiones del directorio, no se logra revertirlo. Si somos una asociación con fines benéficos y existimos antes a dichos cambios, algo se debe reconsiderar.

En el 2019, se considera de parte del directorio vender el edificio de Pedro Cabo, la pandemia del Covid, impide que dicha consideración sea conocida por Junta General.

Entre 2020 y 2021, como resultado de la pandemia merman los ingresos de la Institución, se afectan los alquileres, y decrece el número de socios que aportan.

El Ministerio del gobierno Nacional del Ecuador, que nos rige, pasa de ser el MIES a Ministerio de Cultura y Patrimonio. Al traspapelárseles los documentos en los cambios, el nuevo ministerio desconoce la Institución, el directorio y a los socios, considerándonos como una asociación nueva.

Para regularlo todo, se prepara por el directorio una auto convocatoria de 25 socios prevista en el estatuto, en dicha sesión se nombra a un presidente ad-hoc y un secretario ad-hoc; se nombran para el efecto a los mismos del directorio, los cuales representando a la institución confirman la lista de socios, con la obligación de convocar a nuevas elecciones. Mientras tanto, no existe legalmente para el ministerio directorio alguno, sin embargo, para efectos legales ante los bancos y los socios, los directivos son reconocidos. Es de agradecer a todos los directivos especialmente Carlos Prada y Juan Sarasola que se mantengan en su responsabilidad y resuelvan problemas ante la colonia sin renunciar. Mientras el presidente estaba ausente del país.

Se agradece al señor Vicente García, quien a pesar de su ausencia en el país en gran parte de los años 2021 y 2022 debido a serios problemas de salud se mantiene en constante comunicación vía telefónica con la secretaria y el administrador del anexo de Samborondón, con un alto sentido de compromiso.

Estamos hoy 31 de agosto; en elecciones adelantadas al periodo que se debía iniciar en enero de este año. El señor Vicente García reconoce que es momento de dar un paso al costado, al igual que la mayor parte del directorio.  

Considerando que esta ha sido mi segunda casa; a los 6 años recibía regalos del día de reyes, en la sede de Pedro Carbo, y desde los 20 años en que mi madre me animó a ser socio, asiduo al club. Siendo en los cuarenta y tres años de socio, el lugar que he frecuentado casi todos los sábados. Actualmente soy socio vitalicio. Y con la preocupación del presente complejo, pero: teniendo conciencia que mi experiencia en la institución como directivo abarca 5 presidencias, que mi familia ha dado tres presidentes y dos presidentas de la Sociedad de Damas de la colonia, que conozco los problemas y dispongo de energía y tiempo para tomar las decisiones que se imponen: pues no lo asumo como venir a resolver problemas, sino como oportunidad de ser útil y tener el placer de servir.

D. Fernando Mendoza March

Presidente